Sin embargo, la cirugía baríátrica no es para todos, ni se trata de una opción estética, sino una opción de
salud para un grupo limitado de pacientes con obesidad mórbida.
Los pacientes con obesidad extrema, es decir los que tienen un IMC superior a 35, que son candidatos a este procedimiento, deben asegurarse de acudir con un experto en el tema, de lo contrario lejos de obtener todos los beneficios como una reducción del riesgo cardiovascular, diabetes y hasta osteoartritis, que el excesivo peso puede generar, podrían sufrir de graves daños, que incluso pueden comprometer su vida.
Este tipo de cirugías están destinadas a reducir la cantidad de alimentos que se consumen, por una reducción del estómago, y el médico debe evaluar si el paciente requiere de banda gástrica, el balón intragástrico o la derivación o bypass gástrico.
Y no es magia ni milagros
Todos los procedimientos bariátricos que deben ir acompañados además por cambios en el estilo de vida, es decir, modificaciones en la alimentación y dejando atrás la vida sedentaria.
¿Qué hay después del proceso?
No todo es reducir el tamaño del estómago con estos procedimientos, sino que además se acompaña por otros tratamientos como el psicológico, fisioterapéutico, nutriólogo, de activación física.
Las cirugías de este tipo son muy rápidas, y van desde los 10 minutos hasta las dos horas dependiendo del tipo de procedimiento, sin embargo, como toda cirugía conlleva riesgos, por ello es que si no se tiene obesidad mórbida lo mejor es combinar una correcta alimentación con ejercicio físico antes de someterse a anestesias o procesos de riesgo.
¿Quién es candidato?
De acuerdo con el gastroenterólogo Gilberto Mateos, además de ser paciente con obesidad mórbida, para ser candidato a la cirugía es necesario que el paciente sea mayor de edad y que un especialista dé el visto bueno luego de realizar todos los estudios pertinentes.
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