miércoles, 16 de marzo de 2016

Mujer, tu nutrición cambia con la etapa de tu vida

Aunque parezca sólo un tema complementario al cuidado de nuestra salud durante un proceso en que ésta se ve comprometida, la nutrición es un tema trascendente en todas las etapas de la vida. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), las etapas representativas para la nutrición en la mujer son: infancia y niñez, embarazo y lactancia, y vejez.

Para la mujer que, hoy desempeña los más grandes e importantes retos de la vida, este elemento resulta
de suma importancia, por lo que hay que poner atención en ella, en su salud y por supuesto en su alimentación.
Infancia y niñez.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, al menos 41 millones de niños menores de 5 años en el mundo, padecen obesidad y México ocupa el primer lugar en obesidad infantil. Asimismo, de acuerdo con ENSANUT (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición), uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad. Sin bien, los niños a medida que crecen, ganan peso y estatura, sus patrones de nutrición deberán ir con base en estos aumentos pues, de esta forma se podrá calcular las necesidades energéticas que tienen.

 En cuanto a las recomendaciones nutricionales para los niños en sus dos primeros años se encuentran el aporte diario de agua,  incluir frutas, verduras, cereales integrales de acuerdo a su edad, leguminosas, carne magra, leche, huevo, pescado, vitaminas y minerales.

Cuando los niños se encuentran en edad escolar, la alimentación suele variar y adaptarse al ritmo de su crecimiento.

Entre las recomendaciones se encuentra el dar continuidad a los buenos hábitos alimenticios de la infancia destacando la ingesta de frutas y verduras, granos y cereales enteros, leche y otros derivados, así como proteínas derivados de la carne, pollo y pescado. La etapa infantil es de las mejores en la vida y no debemos dejar de disfrutar lo dulce de ésta, como los postres, las bebidas endulzadas o las deliciosas galletas.

Lo recomendable en este caso es que lo hagan con moderación y si existe un diagnóstico de obesidad, lo ideal es acudir con el nutriólogo para establecer una dinámica alimentaria, integrando como alternativa al azúcar, un endulzante sin calorías como el famoso splenda, que está avalado y recomendado por la Asociación Mexicana de Pediatría (AMP) y de esta forma poder reducir o equilibrar el consumo de calorías recomendable.

Embarazo y lactancia 
La dieta debe ser suficiente para que dispongas de mejores reservas para afrontar y recuperarte del embarazo, del parto y de la lactancia.

La buena alimentación ayudará a reducir el exagerado aumento de peso, la elevación de la presión o de la glucosa, las náuseas, calambres y numerosas molestias durante y después de tu embarazo.

También favorecerá tu recuperación. Incluir agua en la alimentación es ideal, tomando de preferencia dos litros al día.

La futura mamá, debe poner atención en el consumo de alimentos ricos en energía y proteínas, así como los que contienen vitaminas y minerales como calcio, hierro, ácido fólico y yodo. Entre los alimentos que los contienen se encuentra la leche y derivados, pescado, leguminosas y verduras de hoja verde.

El huevo, los frijoles y las lentejas son también ricos en nutrientes, sin dejar de lado a la vitamina C, con alimentos como naranja, mandarina y limón, que ayuda a que el hierro se aproveche mejor.

En el caso de las mujeres en periodo de lactancia la alimentación no deberá variar, y es necesario mantener las revisiones médicas durante el tiempo que así recomiende el especialista.

En caso de que el médico recomiende disminución de azúcares, situación muy común en esta etapa, podrás utilizar un endulzante sin calorías como opción para bajar el aporte calórico de algunos alimentos y bebidas, ya que es una herramienta segura que contribuye en un estilo de vida saludable sin afectar a la mamá o al bebé.

Edad adulta y/o vejez 
Esta etapa inicia después de los 60 y en el caso de las mujeres, llega una vez que has pasado por la menopausia, que trae en sí misma, cambios hormonales y fisiológicos.

Por ello, es importante que una mujer que se encuentre en esta etapa cuide su alimentación, tomando en cuenta éstos y otros factores que tienen que ver con su nutrición específicamente como el hecho de que no pueden consumir los mismos alimentos, que tienen mayor dificultad para masticar, que disminuye su capacidad gástrica y digestiva.

La alimentación en este momento de su vida deberá ser rica en nutrimientos como proteínas, vitaminas, minerales y fibra que ayude al organismo a mantenerse sano.

Durante la etapa adulta existen cambios en la mujer como menor peso de lo debido, el organismo tiene menos agua y menos proteínas, aumenta el contenido de grasa, se genera pérdida de calcio, hay menor capacidad física y por lo tanto actividad, mayor propensión a contraer enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer, obesidad, problemas del riñón entre otras.

Y es en el caso de enfermedades como la diabetes, que se busca su prevención a través de la sustitución de calorías, por medio de herramientas que mejoran su estilo de vida que puede ser incluido en su alimentación como apoyo en el control de azúcares.

Lo importante es considerar que, estés en la etapa que estés de tu vida como mujer, cuidar de tu salud y la nutrición.

¡Celebra el mes de la mujer, cuidándote!

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