martes, 28 de junio de 2016

Los buenos hábitos y desarrollo comienzan en la primera infancia #AudalosALlegarMasAlto


La mayoría de los padres de familia se enfrentan a problemas con la alimentación de los niños, en especial porque en su primera infancia, cuando comienzan a probar diferentes alimentos no quieren comerlos.

De acuerdo con la experta en pediatría y nutrición infantil Erika Ochoa, esto ocurre
porque el niño debe acostumbrarse a nuevos sabores, texturas y temperaturas; y en algunos casos incluso el ver o tocar algún alimento puede generarle rechazo.

Por ello señaló que es vital que el niño esté expuesto a los nuevos alimentos cuando menos en 15 ocasiones diferentes con una presentación o combinación diferente.

"De este modo brindamos al niño la posibilidad de conocer el alimento y probarlo para irlo introduciendo en la dieta poco a poco, y como padres de familia debemos evitar que con un solo rechazo eliminar el alimento de su dieta", dijo.

Asimismo señaló que es durante la primera infancia cuando el niño obtiene el mayor porcentaje de sus estatura, y una alimentación deficiente en nutrientes puede mermar su crecimiento.

Ochoa, mencionó que no se trata sólo de dar mucha comida, sino en cantidad adecuada y variada.

"Un niño jamás comerá la misma cantidad de proteína que un adulto, para un niño basta con 30 gramos de proteína, que equivale al tamaño de una caja pequeña de cerillos", mencionó la especialista.

Y añadió que su plato además debe venir acompañado de vegetales y cereales, pero estos cereales deben ser arroz, tortilla o pasta, de preferencia integrales.

¿Es chaparrito?

Erika mencionó, que en México cerca del 30% de los niños tienen problemas de talla baja, pero el 80% está relacionado a una genética familiar de estatua escasa, mientras que solo un 20% de ellos si presentan algún problema de malnutrición o deficiencia de minerales como el zinc y el hierro, y sólo un 4% además tiene bajo peso.

Pero estar gordito no significa que no esté desnutrido dijo la experta.

Porque algunas veces puede ser que el menor esté consumiendo demasiadas azúcares refinadas o carbohidratos simples, lo que le genera el aumento de peso, acompañado de una malnutrición.

Para identificar si un niño podría estar en riesgo de una malnutrición, la especialista señaló es necesaria una evaluación completa del menor por un especialista en la salud nutricia, y si su dieta tiene una variedad menor a 15 alimentos.

En caso de encontrar niños con peso o talla menor de la esperada, con una variación mayor a las dos desviaciones estándar, el niño debe iniciar tratamiento.

Este tratamiento puede ser tan sencillo como incluir un producto nutricio con vitaminas minerales y proteínas para ir compensando la falta de nutrientes, acompañado de un cambio en la dieta.

Sin embargo estos complementos como Pediasure siempre deben estar recomendados por el especialista porque si se dan de forma inadecuada por la desesperación de los padres porque creen que el niño no come adecuadamente, cuando en realidad no es así, pueden generar obesidad.

Por ello es que la experta concluyó que desde pequeño al menor se le debe asignar el tiempo de comida, y dedicarle de 20 a 30 minutos, será el niño quien decida la cantidad a ingerir.

"A veces no tenemos mucha hambre, pero padres de familia, no se alarmen, el niño compensará por sí solo las cantidades en las siguientes comidas o al día siguiente, jamás lo obliguen a comer, solo a respetar los tiempos establecidos para ello".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario